El llamado de Cristo a los sedientos



El llamado de Cristo a los sedientos

"Juan 7.37 -39 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado."

Debemos entender que así como hay ríos de agua viva, también hay ríos de agua sucia o muerta.

¿Por qué Jesús esperó al último día del evento para declarar que en el había la respuesta a la necesidad? Lo hizo por la misma naturaleza del hombre. El siempre lo busca como la última opción.

El deseo del señor es que tengamos provisión a nuestra necesidad.

El Espíritu Santo es la llenura de Dios brotando de adentro de nosotros. Su espíritu dando vida y alentando el corazón siempre.

Es el deseo del señor que no estemos sofocados ni sedientos, sino que estemos llenos del Espíritu Santo.

Las personas que no están conforme con lo que hacen su casa, están inconformes con todo.

El padre envió a Jesús para salvarnos y no para acusarnos y Mena condenarnos.

En el corazón del hombre hay una sed de amor que sólo el puede saciar.
Nuestra actitud para con el debe de ser de búsqueda constante y apasionada.

Tema impartido por el Apóstol Héctor Edmundo Valdés
Aportes y comentarios por: Lic. Saúl Isaías Boché Velásquez y Liana Marisela Duarte de Boché


Enviado desde mi iPad, Recuerda siempre confiar en Dios. Esfuérzate y se valiente.

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