¿ESTAS DISFRUTÁNDOTE A DIOS?


Tengo cierto gusto de disfrutarme un buen café late acompañado de un pastel de tres leches o de chocolate . Cuando hablo de algunos alimentos que me encantan, no puedo dejar de imaginármelos, es mas, casi puedo paladearlos. El solo traerlos a mi memoria me hace sentir el deseo de disfrutarme cada bocado, cada sensación que se mezcla dentro de mi paladar.

¿En que momento llegamos a perder el gozo de nuestra salvación? , el salmista David decía: "Restitúyeme el gozo de tu salvación y Espíritu Noble me sustente" (Salmo 51:12) ¿Podemos perder el gusto por la presencia? ¿Podemos perder el gusto por las cosas buenas, por las cosas que tanto disfrutamos en algún momento? Ese gusto y deleite por tener momentos relevantes con Dios ¿pueden quedar invalidados?


Hace algunos días tuve la oportunidad de ir a predicar a una de nuestras congregaciones, cuando compartía este sentir con algunos, muchos bajaron su rostro y con cierta nostalgia afirmaron el hecho de ya no estar disfrutándose tener un Dios fantástico.


Algunas razones por las que nuestro gozo en Dios se ha perdido son:


a) La rutina: lastimosamente el ser humano es muy dado a la costumbre, y cuando algo se hace con cierta constancia, se pierde el horizonte y lo volvemos rutina. Cuando la presencia de Dios es manifiesta en su vida el hombre tiende a verlo como algo normal y tiende a desvalorarlo, ya no se le aprecia como lo relevante que es. ¿Has estado convirtiendo tu relación con Dios en una rutina? , ¿Estas viviendo tu vida en una monotonía religiosa? – Algunos amigos afirman que suelo hacer muchas preguntas – Eclesiastés 2:11 dice: "Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol" Cuando sientes que todo lo que haces se ha vuelto sin provecho has convertido algo bueno en una rutina. Tus acciones son fruto de la inercia y no de la pasión.


b) Lo que oyes: Dios, afirma que la fe viene por el oír su palabra, de la misma forma la falta de fe deviene de no oírla. El mismo salmo 51 dice el verso 8, "hazme oír gozo y alegría…" somos afectados por lo que oímos. Si estas escuchando malas noticias, comentarios negativos y les prestas atención te veras relegado a ellas. Si por el contrario prestas atención a la palabra de Dios, esto te producirá gozo y alegría en medio de momentos de desesperación. Alguien me dijo una vez ¿Por que a los que confían en Dios todas las cosas les salen bien? Aunque pierdan al final es ganancia y si pasan tristezas al final son más felices que yo. Esa persona se admiraba de la forma tan maravillosa en la que él Prometió que obraría. Si escuchas sus promesas: "Todas las cosas van bien a los que aman al señor", esas promesas te cambian la vida. El escucharla te produce Fe, te produce confianza y gozo. Aun en medio de la tormenta.


c) El pecado: Solemos ser muy críticos en la vida de otras personas. Solemos evaluar a los demás por sus acciones y a nosotros por nuestras intenciones.


Cuando cometemos faltas, cuando con conciencia decidimos voluntariamente desobedecer o cuando sabemos que desafiamos a Dios, invalidamos el gozo que él coloco en nuestros corazones al momento de ser hecho de nuevo. La mejor grafica que encuentro para esto es la frase que algunos maestros les dicen a sus alumnos al momento de iniciar un año escolar. Ellos dicen: "Todos empiezan con 100, de ustedes depende llegar a la final de su curso con ese 100" es muy frecuente que nuestro pensamiento sea de acumulación, es decir, voy acumulando puntos de mi esfuerzo para llegar al 100, de uno en uno. Cuando Dios decidió darte salvación el puso el 100, nuestro trabajo es mantenerme en ese 100. No acumular puntos por que no voy a llegar. Cuando el pecado invalida mi vida de fe este viene a restarme puntuación, 99, 98, 97, 96… hasta ser una persona reprobada. ¿Has perdido el gozo de tu salvación?, ¿Has dejado de disfrutar de un tiempo de intimidad con Dios?


El Salmista David escribió en el mismo verso 12 "… sostenme con tu espíritu de poder" Si en algún momento te has sentido desconectado de esta dicha de disfrutarte a un Dios tan bueno. Conéctate a el a través de su espíritu. El Espíritu Santo es la promesa de Jesús de estar con nosotros, es la promesa de consolarnos y confortarnos, es la promesa de producir dentro gozo, paz, paciencia y todo lo que necesitamos para mantenernos en alegría.


¿Cuándo fue la última vez que clamaste al Espíritu Santo?, si has estado viviendo una vida de requisitos nada mas, una rutina religiosa, una vida nueva en la que no eres feliz, No te invalides, Clama llenura de Espíritu Santo. El puede sustentarnos. El fruto que produce en nosotros nos cambia la vida. Convierte una rutina en una nueva aventura cada día. Transforma esas voces de caos en palabras de aliento y fe. Redarguye de pecado.


Por:  Lic. Saúl Isaías Boche Velásquez  - Copartido en alguno de estos dias .

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